El Museo del Louvre de París es poseedor de una mastodóntica colección de esculturas. Según la base de datos del museo, su fondo consta de más de 36.000 esculturas, de las cuales se exhiben cerca de 7.500. Entre esas piezas, eso sí, se cuentan figurillas, moldes, sarcófagos, obras inacabadas, etc. Sea como sea, necesitarás algo de orientación si no quieres perderte las esculturas más importantes del Louvre. En este artículo hemos seleccionado algunas de las grandes obras maestras del museo.
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Las esculturas más importantes del Louvre
- Victoria alada de Samotracia
- Venus de Milo
- Eros y Psique
- Esclavo rebelde y Esclavo moribundo
- Diana cazadora
- Hermafrodito durmiente
- Gran Esfinge de Tanis
- El escriba sentado
- Caballos de Marly
- Venus de Arlés
- Gladiador Borghese
Victoria de Samotracia
La Victoria alada de Samotracia es quizá la escultura más icónica del Louvre. Su descubrimiento se realizó a finales del s. XIX en la isla de Samotracia (Grecia) y se cree que fue esculpida hacia el 190 a. C. Su autor es un artista anónimo (quizá Pithókritos de Rodas) perteneciente a la escuela rodia, enmarcada en el período helenístico griego. Esculpida en mármol y con una imponente altura de 2,75 m, la escultura representa a Niké, la diosa de la victoria, y probablemente sirvió para conmemorar los éxitos bélicos de los antigónidas frente a los seléucidas.
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Entre las más célebres esculturas del Louvre también se encuentra la Venus de Milo, una de las obras más representativas de la Grecia clásica. Un campesino griego de la isla de Melos la halló de forma casual en 1820 y solo un año después ya se exhibía en el Louvre. Se cree que la Venus de Milo representa a Afrodita, diosa del amor y la belleza, y que fue creada hacia el siglo I a. C. Su autor es desconocido, pero los expertos indican que podría tratarse de Alejandro de Antioquía. La escultura mide 2,11 m, es de mármol blanco y, como es sabido, carece de brazos… ¡es un misterio qué pudo ser de ellos!
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Eros y Psique
Pocas esculturas en el mundo igualan en belleza a Psique reanimada por el beso del amor, también conocida como Eros y Psique o, simplemente, El beso. Este famoso grupo escultórico, con los dos personajes mitológicos entrelazados de forma apasionada, es obra del autor neoclásico Antonio Canova. El escultor italiano finalizó el proyecto (un encargo de un importante coronel británico) en 1793. La estampa evoca la bonita historia de amor entre Psique y Cupido descrita en la novela Las metamorfosis, de Apuleyo. Su contemplación justifica con creces el precio de entrar al Louvre.
Esclavo rebelde y Esclavo moribundo
El museo de Louvre no es conocido por albergar grandes obras de Miguel Ángel, pero sí conserva dos de sus esculturas más sublimes: el Esclavo rebelde y el Esclavo moribundo. Este conjunto fue esculpido por el maestro renacentista en 1513 y estaba destinado a adornar la tumba del papa Julio II. Sin embargo, Los esclavos fueron eliminados del proyecto y dieron muchas vueltas antes de llegar al Louvre en 1794. Las figuras, talladas en mármol y con alturas cercanas a los 2,20 m, podrían ser personificaciones de las provincias sometidas por Julio II según la interpretación de algunos expertos.
Diana cazadora
También conocida como Diana de Versalles, la Diana cazadora fue esculpida en tiempos de la Roma imperial (quizá entre el año 125 y el 150 d. C.) y es una copia de un modelo griego de bronce que no se ha conservado. La estatua original databa del siglo IV a. C. y se desconoce su autor, aunque se la ha atribuido tanto a Leocares como a Praxíteles. La escultura que ha llegado a nuestros tiempos está esculpida en mármol y mide 2 m de alto. La escena representa a la diosa Diana (Artemisa en la tradición griega) en una escena de caza, equipada con arco, flechas y un carcaj, y acompañada por un ciervo.
Hermafrodito durmiente
Como en el caso de la Diana cazadora, el Hermafrodito durmiente es también una copia romana (s. II d. C.) de un original griego en bronce que tampoco se ha conservado, realizado hacia el año 155 a. C. La escultura representa a Hermafrodito, hijo de Hermes y Afrodita. Este personaje de la mitología griega se caracteriza por combinar atributos femeninos y masculinos. Hermafrodito aparece recostado sobre un colchón que, en realidad, fue añadido en 1620. Este colchón fue obra del célebre Bernini, responsable del diseño de la Plaza de San Pedro en el Vaticano, entre otras cosas.
Gran Esfinge de Tanis
El departamento de antigüedades egipcias del Louvre alberga un gran número de esculturas de valor incalculable. Una de las más conocidas e impresionantes es la Gran Esfinge de Tanis, con una longitud de casi 5 m y una altura de 1,83 m. La fecha de creación de esta gran esfinge, realizada con granito rosa y hallada en la ciudad de Tanis (antigua capital de Egipto), es desconocida, pero su antigüedad podría remontarse al 2600 a. C. Aunque algunas inscripciones han desaparecido, las que son legibles hacen alusión a emperadores de las dinastías XII y posteriores, así que es muy probable que al menos tenga 4000 años de historia.
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El escriba sentado
Otra de las joyas del departamento egipcio es el famoso Escriba sentado, una de las obras más antiguas del Louvre y una de las mejor conservadas del Antiguo Egipto. El año de creación de esta escultura se ubica entre el 2620 y el 2500 a. C., en el contexto de la Dinastía IV. El principal material de construcción es la caliza, aunque se usó cristal de roca, cuarzo blanco y ébano en el diseño de los ojos. La estatua, de 53 m de alto, ha conservado la policromía, lo que ayuda a resaltar el realismo de su expresión, su mirada y su postura. Según se cree, la figura representa a un alto funcionario y tuvo una función de carácter funerario.
Caballos de Marly
Los Caballos de Marly es un conjunto escultórico formado por dos grupos de figuras, cada uno de ellos con un caballo encabritado y un palafrenero (criado encargado de frenarlo). La obra fue un encargo de Luis XV, quien quería exhibirlos en el Palacio de Marly, y el autor de la misma fue Guillaume Coustou, que finalizó el trabajo en 1745. El material usado para su elaboración fue el prestigioso mármol de Carrara. Los dos grupos tienen unas dimensiones muy similares, con unos 3,4 m de alto, aunque las posiciones de los caballos y los palafreneros son ligeramente distintas. En la Plaza de la Concordia se puede ver una réplica del conjunto.
Venus de Arlés
La Venus de Arlés, hallada en el teatro de Arlés (Francia), es otra de las muchas estatuas romanas que imitaron a originales griegos. En este caso, el autor de la Afrodita original probablemente fuera Praxíteles. Respecto a esta copia, se cree que fue realizada en Francia a finales del siglo I d. C. y que se usó mármol de Himeto para su elaboración. Aunque es bastante probable que represente a la diosa Venus, las polémicas restauraciones que sufrió en el siglo XVII han puesto en tela de juicio algunos aspectos relacionados con su verdadera identidad. La manzana y el espejo que sostiene, por ejemplo, fueron añadidas libremente por el escultor François Girardon hacia 1685.
Gladiador Borghese
El Gladiador Borghese es una escultura de mármol pentélico de estilo helenístico, realizada en el siglo I a. C por Agasio de Éfeso (también conocido como Agasias), quien firmó la obra en el tronco del árbol donde se apoya el guerrero. Aunque en seguida fue bautizado como «gladiador», en realidad los griegos no conocieron los espectáculos de gladiadores y es mucho más probable que se trate de un soldado en combate. La figura fue hallada en el año 1611 y durante décadas se expuso en la Villa Borghese, pero Camille Borghese se la vendió en 1807 a su hermano, Napoleón Bonaparte, que en seguida la trasladó a París.
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